domingo, 30 de diciembre de 2012

Almas gemelas.

No sé que me anda dando, pero ultimamente se me ocurren historias cada dos por tres. Debe de ser la época, no sé. Bueno, aquí les dejo otra, medio romanticona o trágica da igual. :P jajaja

FELIZ 2013 GENTE!!!!! Espero que la pasen genial!!!





Almas gemelas.



Nacer con el don de la videncia no es ninguna bendición, he visto cosas horribles y he comprobado que el universo siempre se cobra su balance, de la forma más inesperada. Y no sólo puedo ver el futuro de algunas personas, también veo el lazo de su destino, esa cinta astral que une a las almas que son la mitad de una misma. Las almas gemelas. Es sencillo saber que una relación tiene futuro cuando los lazos se han anudado, pero si simplemente no es tu otra parte acabarán separados o haciéndose mucho mal. Hay excepciones a la regla, claro. Irónicamente, yo no puedo verme a mí misma con esos lazos.

Ver el futuro es la peor parte de mi don, ya no intento cambiarlo porque es inevitable que acabe sucediendo. Pero hoy, hoy no me voy a quedar con los brazos cruzados y el corazón destrozado de antemano. Hoy voy a luchar por él y que el destino se cobre sus consecuencias como le plazca. Hoy vi a la persona que he amado toda mi vida morir en un accidente de tráfico al volcar un camión e impactar con él, que iba en su bici.

Lo sé, lo más lógico sería llamarlo y pedirle por favor que no saliera de casa. Que se recostara en su cama y se pasara todo el día ahí. Pero no tengo su número de teléfono. No tengo nada suyo, salvo una amistad ausente. Por eso he decidido ir yo misma y evitarlo. Sé cuál es el lugar donde todo va a ocurrir, lo conozco así que ahí lo esperaré.

Me voy, no sé a qué hora ocurrirá mi predicción, pero sé que es por la tarde. Así que desde la 12.00 del mediodía que lo espero sentada en una parada de colectivos. Cerca de las 5.00 de la tarde comienza a avasallarme la visión, hasta el punto en el que no sé si está sucediendo o no. Ahora tengo una pregunta nueva ¿Qué voy a hacer cuando lo vea? No lo sé.

Lo veo, ahora sé que es él y no otra visión porque todo lo que me rodea cambia, se vuelve más denso y el corazón me va a mil por horas y a pesar de todo, estoy sonriendo porque lo veo. También veo el camión. Me adelanto un poco y le grito.

-¡Hey! ¡Hey! –él me ve y me saluda-. ¡Pará, por favor, frená!

El camión ya comienza a balancearse, la rueda está por salirse. Él parece que no entiende lo que digo. No pienso antes de lanzarme a la calle y empujarlo para que caiga a la vereda. Veo que pierde el equilibrio y cae, es una zona segura. Entonces giro la cabeza y veo el camión, viene hacia mí y no tengo tiempo ni de dar un paso. Es curioso cómo el cerebro se acelera cuando uno está en peligro y hace parecer que el tiempo transcurre más lento. Tan lento que puedo verlo todo e incluso comprenderlo todo. El destino. El universo. Ellos se llevan lo que tienen que llevarse para mantener el equilibrio. Ahora la vida de él está a salvo, pero la mía no. Sin embargo estoy feliz, porque eso significa que yo soy y siempre he sido, su alma gemela. El universo se lleva algo igual a lo que debía desde un principio. Yo soy su otra mitad, yo tengo el lazo que se anuda a él. Pero yo ya no voy a estar para él ¿ha sido un acto egoísta de mi parte? No lo sé. Pero si sé, con toda certeza de que un día, quizás muy lejano o quizás no tanto, estaremos juntos. Él dejará esta vida y seré yo quien lo espere y lo reciba en la otra. Y seremos uno, por siempre juntos.


jueves, 27 de diciembre de 2012

Amores que matan.

Recuerdo: Amores que matan.



Hay un día que nunca se me va a olvidar. Yo era chica y mi padre me llevó al velorio de un tío suyo. Un hombre joven por decirlo de alguna manera, aunque andaba por sus cincuenta y tantos ya. Falleció de repente en un accidente. Yo lo recuerdo vivo, en las pocas veces que había ido a su casa de visita me había parecido un hombre bueno y divertido, su mujer era una señora alegre y muy amable; en fin, transmitían esa calidez de la gente mayor que siente afecto por la familia. Me entristeció mucho la muerte de mi tío, para alguien de mi edad era un acontecimiento casi nunca visto antes. Sin embargo, jamás podría haber imaginado la escena con la que me encontré al llegar. Mi tía, lloraba a gritos desconsolados y se tiraba sobre el cajón abrazando el cuerpo sin vida de su marido. Era un llanto tan desgarrante que se me hizo imposible contener las lágrimas. Pero no era ese lamento que uno acostumbra a oír en un velatorio, este llanto era más desesperado, algo como tratando de aferrarse a, quizás, las últimas partículas de vida que pudieran quedar. Era el grito de un alma que ha perdido todo lo más importante en la vida, que ya no tiene sostén. Un lamento, no por los recuerdos pasados, sino por todos los días que habían quedado sin compartir, sin vivirlos juntos. Ese mismo día supe que mi tía nunca volvería a ser la mujer que había sido hasta entonces, había perdido al amor de su vida y eso era algo irreparable. Al poco tiempo la tristeza barrió su vida también.

No puedo borrar esa escena tan impactante en mi vida, que me demostró lo destructivo que puede resultar el amor. Sin embargo, siempre he querido poder enamorarme tan intensamente, con un amor así de inmenso, de especial, de fuerte y eterno.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Pequeño cuento de navidad.

Poco o mucho, no hacen la diferencia.



Sentada en la mesa durante nochebuena tengo un momento donde me despego de todo lo que me rodea y observo, simplemente observo. Y allí están, mi familia, todos reunidos y charlando. Y en una punta mi madre, ya vieja y en sillas de ruedas. Está comiendo, más de lo que su diabetes la deja; debería reprocharle que haga eso, porque seguramente mañana se levantará con el azúcar por las nubes. Parece que se dá cuenta de que la estoy mirando, porque levanta la cabeza y me mira. De repente sonríe ampliamente mostrando sus dientes postizos y me muestra toda la comida en la mesa y a todos comiendo. Ella poco habla ya, porque está sorda pero igual la entiendo y le sonrío a su vez. Entonces miro más allá, hacia el arbolito de navidad y hacia el pesebre, también hacia los regalitos que están a un costado, aún escondidos para que los niños no los vean. Y me siento feliz igual que mi madre en ese momento porque recuerdo otras navidades, otros tiempos, donde en una nochebuena como ésta, mis padres, mis hermanos y yo compartíamos para la cena nada más que un poco de las verduras que habíamos rescatado del basurero del mercado. Las habíamos hervido y guisado en un tarro de leche que teníamos para cocinar y la servimos sobre una mesita de madera chueca que había en nuestra pequeña casita. Realmente era un tiempo duro y diferente al de ahora, pero sin embargo recuerdo que estábamos felices porque cada uno de nosotros había conseguido algo distinto en el mercado. Yo había encontrado tres papas grandes, que sólo tenían la mitad podrida y lo otro estaba bueno; mi hermana más grande había conseguido una bolsa de chauchas ya medio amarillas; mi hermanito se había hecho con dos zanahorias medio achicharradas de viejas. Mi mamá y mi papá habían estado deshojando cada lechuga que encontraban y separando las hojas buenas, además encontraron unas cebollas algo brotadas y unos ajos no tan secos. Tal vez no era la mejor calidad, pero lo importante es que todos habíamos puesto de nuestra parte para lograr ese festín. Lo comimos felices por estar juntos y poder compartir lo que teníamos, luego a las doce de la noche brindamos con agua y salimos a ver los fuegos artificiales.

De repente vuelvo al ahora, y observo nuevamente a mi alrededor, mi madre, mis hermanos y sus familias, mi padre que nos acompaña desde el cielo, mi marido, mis hijos… Nada es tan distinto a lo de aquella vez, porque al fin y al cabo, cada uno puso algo y lo compartió con los demás; y estamos juntos y felices, eso es lo más importante.


Felizzzzzzz Navidad para TODOS!!!!!!!!

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Huellas de Tinta: Huellas de Tinta - 15° Número: Diciembre

lALALALLALAALALALLLLLLLLL
Ya llegó, ya está aquí, el nuevo númeroooo de la revista mensual de literatura juvenil más aclamada de la red!!!!
I-M-P-E-R-D-I-B-L-E-!!!!!!!!

Huellas de Tinta: Huellas de Tinta - 15° Número: Diciembre: Diciembre ha llegado, queridos lectores... :D Huellas de Tinta  Revista online de literatura juvenil -Edición Nº  15:   Diciem...